El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, brindó en el Partido de Mar Chiquita la primera Conferencia de Verano. Junto al intendente Walter Wischnivetzky, Kicillof afirmó: “Ya se observa el impacto de las políticas económicas del gobierno nacional: estamos en una temporada heterogénea en la que todos los indicadores del turismo popular han empeorado”. Por su parte, el jefe comunal comentó: “Estamos trabajando junto a la provincia de Buenos Aires para sostener una temporada de verano que viene siendo compleja por la situación económica y las medidas que está tomando el gobierno nacional”.
Acompañado también por el ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica, Augusto Costa; su par de Infraestructura y Servicios Públicos, Gabriel Katopodis; la presidenta del Instituto Cultural, Florencia Saintout; y el director de ABSA, Jorge Paredi, el gobernador destacó: “Si bien en algunos destinos se mantiene la afluencia turística con respecto al año pasado, han caído fuertemente la ocupación, los niveles de gastos y la prolongación de las estadías. Ante eso, no estamos aquí para lamentarnos ni quejarnos, sino para trabajar junto a los intendentes y el sector productivo para construir las herramientas que nos permitan sostener el turismo y los niveles de ingreso, de actividad y de empleo”.
En ese marco, expresó: “Desde la provincia de Buenos Aires expresamos el compromiso irrestricto para acompañar esta temporada y lograr que a los trabajadores y a los empresarios que se dedican al turismo les vaya bien”. “La respuesta no es con menos, sino con más presencia de un Estado que brinde respuestas ante una situación que se presenta adversa”, subrayó.
En tanto, el intendente Wischnivetzky ponderó: “Estamos trabajando junto a la provincia de Buenos Aires para sostener una temporada de verano que viene siendo compleja por la situación económica y las medidas que está tomando el gobierno nacional”.
Por su parte, Costa hizo hincapié en que “luego de temporadas en las que se batían todos los récords, este año se observa un cambio en el perfil y el patrón turístico, con una fuerte presencia de sectores de alto poder adquisitivo, pero una caída del turismo masivo y popular”. “Se han desplomado el consumo en comercios y gastronomía y los alojamientos en hoteles de una, dos y tres estrellas: las visitas son más cortas, sin reservas ni planificación”, añadió.