Fue tras el pedido que hizo el fiscal Ramiro Anchou. Para la Justicia de Garantías, Franco García y Ramiro Aladro son coautores de homicidio en ocasión de robo.
La Jueza de Garantías Rosa Frende dictó la prisión preventiva de los dos jóvenes de matar al policía jubilado Abel Omar Rojas durante un robo en su casa en Santa Clara del Mar tal como lo solicitó, en cumplimiento de los tiempos procesales, el fiscal Ramiro Anchou.
En sintonía con el pedido de la fiscalía Descentralizada, la Justicia de Garantías convirtió en prisión preventiva la detención impuesta a Franco Ariel García y Ramiro Joaquín Aladro en calidad de coautores del delito provisoriamente calificado como Homicidio en ocasión de robo cometido el 22 de mayo en la calle El Dorado al 1200.
Según los investigadores, los jóvenes de 18 y 21 años robaron de la vivienda una pistola marca Bersa calibre .22, veintiocho municiones del mismo calibre, un revólver calibre .32 de color plateado con cachas de color negro, un control remoto, un cuchillo con vaina, un par de zapatillas, una cámara fotográfica digital, una pava, camisetas de fútbol, las llaves de la casa y documentación personal de la víctima.
En el marco de ese robo, le asestaron a Rojas cuatro puñaladas en la cabeza y en el tórax que le provocaron el fallecimiento debido a un paro cardiorespiratorio traumático secundario a shock hipovolémico agudo. Tal como se informó oportunamente, los sujetos provocaron dos focos ígneos en la vivienda con intención de incendiar la misma y borrar todo tipo de rastros que los involucren.
García fue el primero de los imputados detenidos y en su declaración en Tribunales –acompañado por miembros de la Defensoría oficial- reconoció ser el autor del homicidio de Abel Rojas. Si bien al momento de entregarse ya había indicado su responsabilidad, en su exposición dijo que mató a la víctima para defenderse de un ataque.
Poco después, personal de la policía comunal de Santa Clara del Mar detuvo en la calle Miami al 500 de esa localidad a Aladro al entender por las averiguaciones realizadas, que también resultó partícipe del homicidio. A diferencia de su amigo, brindó una declaración exculpatoria tras entrevistarse con miembros de la Defensoría oficial, pero los investigadores sostienen que tuvo participación en el hecho y le pidieron a la Justicia de Garantías que convierta la aprehensión en detención.
Antes de la entrega del primer imputado y la detención del segundo, el crimen del policía jubilado había entrado en su etapa de esclarecimiento con la realización de cuatro allanamientos en la localidad de Santa Clara del Mar y el secuestro de una pistola Bersa calibre .22 que era propiedad de la víctima.
Ambos jóvenes, que se llaman «primos» entre sí aunque no tienen lazo sanguíneo, siguen alojados en la Unidad Penal 44 de Batán. En una de las celdas donde están alojados y tras la publicación de una fotografía, secuestraron las zapatillas negras de la víctima que fueron reconocidas por sus allegados.
