Por Marcelo Sosa
Durante estos últimos 4 años ha quedado en evidencia, más que nunca, la falta de un Plan de Gestión Integral de Residuos por parte del Gobierno Municipal. Las reiteradas quejas de vecinos por los basurales de Coronel Vidal, Santa Clara del Mar, Vivoratá y General Pirán son una muestra de esto, sumado a que el Municipio no tuvo una política clara, planificada y medible con indicadores de desempeño.
Como he comentado en redes sociales y a través de las visitas a los vecinos y vecinas, estamos escuchando cuáles son para los marchiquitenses los principales problemas y por supuesto, buscando #IdeasParaMarChiquita que se conviertan en soluciones. Escuchándolos llegamos a la conclusión de que en la temática del medio ambiente hemos perdido la oportunidad de avanzar realmente en soluciones técnicamente factibles, ambientalmente correctas y económicamente sustentables.
Nuestro partido genera un volumen no muy grande de residuos urbanos y rurales, pero si es cierto que tanto el gas metano que generan los residuos urbanos orgánicos en estado de putrefacción como los residuos del ganado en pie contribuyen de manera negativa, no solo al ambiente de Mar Chiquita sino también a problemas globales como el Cambio Climático.
El metano afecta 15 veces más al planeta que el gas de los escapes de los automóviles, y así Argentina contribuye al Calentamiento Global por su actividad ganadera entre los primeros puestos de América Latina. Obviamente que son bienvenidas nuestras actividades productivas rurales así como el desarrollo de nuestras poblaciones, pero requieren hoy en día de políticas ambientales que se conviertan en efectos positivos para el ambiente y para crear fuentes de trabajo.
En distintos puntos del país existen pruebas piloto que experimentaron con biodigestores usando la bosta de ganado o el guano de las gallinas para generar energía, al igual que los residuos orgánicos para fabricar compost.
Aún en un momento de crisis económica el sector privado ha dado un paso adelante frente a la lentitud del gobierno municipal, ya que en pocos días llegará a General Pirán la primera máquina de tratamiento de guano a una granja de gallinas ponedoras, y ya hay tratativas de adquisición de una segunda por parte de otra empresa.
Comenzar con un plan de Separación de Residuos en origen es imprescindible para poder recuperar plásticos, vidrios, aluminio, cartón y todo lo que tenga valor comercial antes de ser ensuciado por el resto de la basura. Esto genera valor y también puede generar que nuestros vecinos más necesitados tengan una veta posible de trabajo en la Industria Verde, como se llama en distintos lugares de la Argentina y el Mundo.
Todo es posible si trabajamos en conjunto, con profesionalismo y tecnología. Queremos ser un equipo de gobierno que reconvierta problemas en oportunidades. La instalación de la escuela sustentable no debe ser un tema aislado, se necesitan obras, un proceso técnico serio y riguroso para convertir a nuestro Municipio en un Municipio Sustentable.
Existe financiamiento cuando hay proyectos realizables. Los organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial y la CAF brindan apoyo económico para proyectos ambientales. Pero son gestiones que requieren decisión política, esfuerzo y rigor técnico, trabajo en equipo, pero por sobre todo, gestión.
Los marchiquitenses valoramos nuestro ambiente, y no tengo dudas que haremos el esfuerzo necesario mejorando nuestros hábitos, pero se requiere que el Estado Municipal marque el rumbo y dé el ejemplo. ¿Cómo podemos pedirle a los vecinos que tengan conductas ambientalmente ejemplares si el mismo Municipio genera basurales? Es fundamental sanear de inmediato estos basurales para impedir, no sólo la contaminación del aire por el humo, sino la contaminación de las napas de las cuales obtenemos nuestra agua.
Contamos con profesionales propios y con la ayuda de Universidades cercanas para realizar un Plan Girsu que sea modelo y aplicable. Ninguno de estos objetivos se cumplirá de la noche a la mañana, pero por eso debemos empezar cuanto antes. Algunas ciudades de la Argentina como Rafaela o Laprida lo vienen haciendo hace años, nuestra vecina Mar del Plata recibió durante los años 2010 y 2011 millones de pesos de financiamiento para temas ambientales, por lo que estoy convencido de que llegó el momento de hacerlo en Mar Chiquita.
Se puede gestionar profesionalmente para que Mar Chiquita sea Sustentable. Los basurales a cielo abierto son un retroceso y un problema, pero queremos convertir esta problemática en una oportunidad para que los marchiquitenses miremos hacia delante tomando conciencia de que juntos, con una gestión participativa y moderna, podemos lograr que los basurales a cielo abierto sean solo un mal recuerdo.
Para esto, vamos a necesitar el compromiso de los profesionales, los trabajadores, las mujeres, los jóvenes y las instituciones de Mar Chiquita. El desafío es grande, apasionante y sólo será posible con la participación de todos.