El aberrante crimen de la joven de 15 años se descubrió en septiembre de 2019, cuando Navila fue encontrada muerta el 15 de ese mes en una quinta ubicada en la calle Mercedes 707 de Chascomús, donde el acusado trabajaba como parquista y jardinero.
Un jurado popular declaró culpable a Néstor Garay (60) por el delito de «homicidio simple», por lo que recibirá una pena de entre 8 y 25 años de cárcel. De esta manera, el atacante no será condenado a prisión perpetua como pedía la familia de la joven y como había considerado la fiscalía al sostener que se trató de un femicidio.
«Estoy totalmente decepcionada porque esperaba que recibiera lo que se merece, estaban todas las pruebas pero el jurado decidió otra cosa», dijo a Télam Débora, madre de la víctima.
Fuentes judiciales informaron que el fiscal Gustavo García acreditó la autoría del hecho y en los alegatos solicitó a los doce jurados que encuentren culpable al jardinero por «homicidio agravado por haber mediado violencia de género».
Para que sea condenado por femicidio, el jurado debía decidir de manera unánime, pero finalmente la mayoría se decidió por un «homicidio simple». En esta línea, también desechó la postura de la defensa que consideró que fue un «homicidio en estado de emoción violenta».
Según las fuentes, en la audiencia de cesura el fiscal García pidió 20 años de cárcel para Garay y la jueza Claudia Castro pasó a un cuarto intermedio para el próximo miércoles al mediodía, cuando dará la lectura de la sentencia. «No es nada eso, esperaba que le dieran prisión perpetua, estoy con mucha bronca», aseguró la mamá de la adolescente.
La reconstrucción del caso y el vínculo de la adolescente con su agresor
De acuerdo a la reconstrucción del hecho, el 10 de septiembre de 2019 la víctima salió de su casa en un remise y se dirigió al domicilio de Garay -quien pagó el viaje- y desde allí fue llevada en moto por el acusado hasta el lugar donde fue asesinada.
Según se reveló en la autopsia, la adolescente recibió 17 mazazos en la cabeza que le provocaron fracturas y hemorragias, aunque no se evidenciaron signos de un ataque sexual.
El pozo donde se encontró el cadáver tenía unos 60 centímetros de profundidad, estaba tapado con escombros, ramas y tierra.
El hecho fue descubierto por la dueña de casa que vive en Berazategui, pero llegó de manera sorpresiva y denunció el hecho ante la policía.
La propietaria relató que días antes Garay la había llamado para consultarle si le permitía enterrar en su jardín a un perrito muerto.
Los investigadores sospecharon que entre el jardinero y Navila había un trato frecuente, que tenían algún tipo de relación abusiva con fines sexuales y que el imputado había comentado que la chica lo estaba extorsionando para no denunciarlo.
La casa del jardinero fue allanada cuando aún no había aparecido el cadáver, y los policías recordaron que vieron en la propiedad del sospechoso una moto roja y un casco, por lo que buscaron esos elementos al momento de revisar videos.
Así encontraron imágenes del 10 de septiembre donde se vio cómo Garay trasladó la adolescente, a bordo de su moto roja, pasó por la Costanera e ingresó a las 18.27 al Barrio Parque, donde la asesinó.
La policía también encontró en la zona de la Costanera de la laguna, a unos mil metros de la rotonda San Huberto, una bolsa en cuyo interior estaba la mochila simil cuero blanca de Navila, la libreta sanitaria de la adolescente, un buzo color gris, una chalina cuadrille, ropa interior, elementos de higiene y un cargador de celular.