Que está bien, que está mal, que sí, que no, que no se, que quizás, que es todo política, que es culpa de la sociedad. Definitivamente, no hay proponga que les venga bien. Si hay propuestas se quejan, si no hay ningún plan también.
Siempre pasó lo mismo, la gente no se conforma con nada. No es porque este un gobierno u otro en el poder, a mi modo de ver, siempre hay lugar a la queja, o a las opiniones inapropiadas de quienes tienen acceso a redes sociales, y a veces solo opinan por opinar. Ojo, no digo que todas esas opiniones estén mal fundamentadas, porque he leído muchos que hablan con razón, mientras que otros, mezclan la razón con la política, y ahí es donde la cagan. No es todo política en medio de esta sociedad.
La peatonalización de dos calles de Coronel Vidal generó un aluvión de opiniones, algunas a favor, otras en contra. Y obviamente discusiones de conocidos y desconocidos en los comentarios. La Navidad fue otro punto de inflexión. La suciedad que quedó en la plaza central, pareciera, según los opinologos, que fue culpa de funcionarios de la política, cuando, a simple vista, todo fue cuestión de una falta de respeto, por parte de quienes festejaban, a los espacios públicos. Una cuestión cultural, donde muchos jóvenes habrán pensado “si no lo tengo que limpiar yo, no me importa” y comenzaron a tirar a diestra y siniestra. Por suerte, hubo algunos jóvenes que tomaron la iniciativa y fueron a juntar residuos. A ellos, gracias.
Pero volviendo al eje de la cuestión. La sociedad en general se queja de todo. Lamentablemente politizando muchos aspectos, solo por el hecho de estar a favor o en contra de los partidos políticos. Donde el 99% de las veces prima el fanatismo partidario, por sobre decisiones que hacen bien o mal a la sociedad en si.
Un claro ejemplo, se vio cuando se anunció la continuidad de las viviendas del plan federal de Coronel Vidal y Vivoratá. Quienes están “en contra” de este color político en el gobierno, lo primero que comentaron es “¿y cuanto se lleva al bolsillo?”; mientras que otros neutrales, y hasta partidarios de la gobernación, aplaudían la decisión de finalizar esta obra, que estuvo paralizada durante 5 años. Aquí radica la cuestión de que las propuestas no son buenas o malas, sino que depende de quién las haga. Muchachos y muchachas, a ustedes NO HAY PROPONGA QUE LES VENGA BIEN…