¿Y si hablamos de educación?

¿Y si hablamos de educación?

Algo tan esencial para la cultura y la comunidad como es la educación no es prioridad en Argentina como publicitan. Hablamos de la formación de una persona, no solo con el fin de desarrollar su capacidad intelectual, sino de generarla en lo moral y afectiva también.

Hablamos de la forma más eficiente de dejar en claro las normas de convivencia; ahí nace el conflicto. No existe un acuerdo para respetar un conjunto de normas, reglas, límites ni mucho menos generar una neutralidad, en la que a pesar de la existencia de sanas diferencias, prospere el respeto por el otro.

No llego a pensar que vivimos en un país anarquista, sino que pareciera que hablamos constantemente de un river-boca, blanco o negro. El lugar adecuado para inculcar a lo que determinamos como valores además de la casa es la escuela.

Sin embargo poca gente se detiene a pensar con profundidad, a pesar de conocerla por inercia, en la situación que atraviesa la educación en general en la Argentina. Más allá de creer fervientemente en que el trabajo de un maestro debería ser el mejor pago y valorado. Si hablamos del espacio físico específicamente, se abre otro tipo de debate.

En este momento, si bien el mismo no es utilizado, muchos viven en carne propia otro tipo de entendimientos necesarios, que en casa no teníamos previo a pandemia. Recién escribí valorado. ¿Hoy se valorará más que hace casi cinco meses atrás?

En general si nos referimos a obras de refacción y ampliación de escuelas en los últimos años, las estadísticas aseguran que en los últimos 15 años se han realizado más de 8000 obras. En cuanto a la construcción de escuelas completas, figuran unas 2300.

La incógnita está en cuántas de estas “tareas cumplidas”, podemos decir que han hecho honor a la educación. Las condiciones edilicias de los establecimientos escolares es deplorable y para hablar de eso, no hace falta viajar ni realizar recorridos por los colegios de todas las provincias, tampoco llevar a cabo investigaciones de ningún tipo.

El incumplimiento de obras o el comienzo de muchas de ellas que no llegan a terminarse, entre gobierno y gobierno, es notorio; ni mucho menos poner en función dichos establecimientos. En este caso hacemos hincapié en la importancia, poca, que se le da a la formación de ciudadanos; Pero podríamos poner en tela de juicio, las Unidades Sanitarias y Hospitales, Polideportivos, Sociedades de Fomento, como tantas otras instituciones.

Mar del Plata no es la excepción al desempleo, a la violencia, ni al aumento de tarifas como tampoco a las condiciones de los colegios estatales, provinciales. A inicio de cada año la problemática más conocida además del comienzo o no del ciclo lectivo por la discusión del salario docente; Es la disponibilidad de vacantes en primarias y secundarias, la elección de cada vez más gente de concurrir a una escuela privada y las condiciones de cada colegio.

Se evalúa cantidad por sobre calidad; realizando el conteo de cuantos días concurriría el alumnado a clases a lo largo del año, descontando los feriados y previendo paros, pero no pensando en inundaciones, recursos,pandemias en este caso, etc.

Cuando evaluamos la cantidad de colegios privados y públicos con los que cuenta cada ciudad, las capacidades comparativamente, y el “servicio” que presta cada una, la diferencia es amplia en cuanto a lo edilicio, las posibilidades que ofrece, cantidad de actividades y formación específica, asistencia y recursos.

No puedo evitar poner un ejemplo tan simple que se relaciona con Mar del Plata, como el de un pueblo como todavía es Santa Clara del Mar. Haciendo referencia a un lugar en pleno desarrollo y crecimiento que no supera los 20 mil habitantes, aunque si se acerca, hay que mencionar que cuenta solo con dos escuelas primarias, dos secundarias y una escuela especial.

Aún no cuenta con establecimientos educativos privados, y cada escuela funciona los tres turnos, mañana, tarde y noche para adultos.

Los barrios que integran Santa Clara del Mar son; Playa Dorada, Frente Mar, Santa Elena, Atlántida, Santa Clara del Mar Céntrica y Camet Norte. En los últimos tres años fueron prometidas; la ampliación de la Escuela N° 21 de Santa Elena, hoy a medio hacer; un jardín para Camet Norte, supuestamente licitado a mediados del 2015, truncado en Enero del 2016; La ampliación de la Primaria N° 8 de Santa Clara, sin respuesta; y una escuela secundaria nueva para la misma localidad.

La disponibilidad de vacantes es nula de manera directa; lo que provoca la afección sobre ciudades y localidades linderas, sobrecargándolas. Mar del Plata. Claro ejemplo de ello. El estado es en todos los sentidos, el principal responsable de todas las problemáticas mencionadas, de las que muchas veces no se tiene noción de la magnitud.

A futuro, no demasiado lejano, inquieta en lo personal, que posibilidades de acceso tendrá la sociedad a la educación pública, y cuan obligada desde algún punto se verá a acudir a la privada en consecuente.

Un comentario en «¿Y si hablamos de educación?»

  1. Concuerdo 100%…
    Lamentablemente las fuerzas políticas miran sus propios intereses…
    Luchan por pocesiones de poder y no escuchan al vecino.

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