El caso es de noviembre de 2018, cuando tras varias charlas brindadas en los establecimientos educativos por parte de la comisaría de la mujer, la jovencita tomó coraje y se animó a contar lo que su progenitor le hacía. Las vejaciones comenzaron cuando ella era muy pequeña y se sucedieron hasta poco antes de la detención. Finalmente, la causa se elevó a juicio y el chacal deberá pasar los próximos 12 años tras las rejas.
Fue el juez Alfredo Deleonardis, que avaló la sentencia para el individuo. Asi mismo, se felicitó la labora de la subcomisario Funes, que estuvo a cargo de las charlas que se brindaron en los establecimientos educativos, y alentó a la víctima a contar todo.
“Una organización que se llama Mujeres en Lucha dio una charla de abuso sexual y de violencia de género, y una chica que daba la charla y estaba vestida de policía y creo que era rubia me dio mucha confianza y le conté lo que me estaba pasando. Me abrazó, me puse a llorar y me dijo que me iba a ayudar con todo, esto que me estaba pasando”, dijo la adolescente en su declaración inicial.
La perversión del violador comenzó en el año 2008, cuando la joven tenía solamente 6 años. Los abusos empezaron con tocamientos y al poco tiempo alcanzaron un extremo estremecedor, con acceso carnal e incluso penetración de objetos como embutidos y frutas.
La situación se extendió por al menos 10 años, hasta que una noche, la joven, estando con su madre, se animó y contó toda la verdad. Acompañada de su madre fueron a la comisaría y eso fue el punto de partida. La denuncia la tomó la Comisaría de la Mujer, que con esos datos se comunicó con el fiscal Rodolfo Moure y su ayudante fiscal Diego Benedetti. Al interiorizarlos de la situación la orden para detener al padre de la menor fue inmediata.
El sujeto fue detenido y trasladado a la Unidad Penal N°44 de Batán, y luego a la 15°, donde quedó en carácter de detenido a la espera del juicio, que finalmente lo condenó.
Para evitar la sobreexposición de la menor y episodios de revictimización se optó por no llegar a un juicio oral. Para eso el fiscal Moure y la defensa propusieron un acuerdo de 12 años de prisión, que fue avalador por el juez Deleonardis.
Esa charla en su escuela terminó con el horror en su casa.