La localidad mediterránea, que delega Horacio “Yolo” Ferreyra, fue la primera del distrito en abrir todos sus accesos, quitando los montículos de tierra que impedían el paso. Desde hace algunas semanas, la apertura comenzó a ser gradual, iniciando primero por los accesos del lado de las quintas, y luego de la panta urbana. Se estima que el resto de las localidades marchiquitenses tendrán un efecto dominó, en medio de la llegada de los propietarios no residentes y a un mes de comenzar la temporada de verano.